El cancerbero gallego Diego Mariño manifestó este jueves durante su presentación como jugador del Almería, club al que llegó procedente del Sporting para lo que queda de temporada y la próxima -con otra opcional-, que "la oportunidad de volver a Primera era un reto" y ha agradecido "el esfuerzo y la confianza" depositada por el club en él.
"Siempre me transmitieron confianza de querer que estuviera aquí. Además, ya trabajé con el cuerpo técnico y eso me motivó mucho a venir”, dijo el gallego, a quien le "encanta jugar al fútbol, entrenar y trabajar" y, por ello, "nunca" ha perdido "el hambre y las ganas", que son "las mismas" que cuando debutó "con 18 años en Segunda y con 20 en Primera".
Tras siete años en el Sporting, llega a un equipo del que conoce a su técnico, Rubi, de quien valoró que "sigue mejorando porque no se acomoda", que "trabaja su sistema, pero controla otros aspectos del juego por si hacen falta" y que es "el mismo" que conoció hace siete años en el Levante o el Sporting, "más experimentado".
Sobre su papel como jugador rojiblanco, el cancerbero gallego explicó que será "ayudar" para que "el Almería consiga sus objetivos: me gustaría jugar y pondré las cosas difíciles", aseguró.
"Salgo al campo con la misma idea de darlo todo siempre en el día a día, vaciándome en los entrenamientos. Es lo único que se me pasa por la cabeza. Tanto en Primera como en Segunda es lo mismo, aunque en Primera la calidad aumenta y eso hace que estés más concentrado", apuntó.