Los jugadores de la Sub 21 que se enfundaron la camiseta de la Absoluta dieron una 'master class' en Leganés de cómo estar a la altura. No debe ser fácil digerir una derrota injusta y polémica en unas semifinales de un Europeo un jueves; irse de vacaciones el fin de semana después de una de las temporadas más raras y empezar la semana de forma inesperada currando para representar al país.
Necesitaba una alegría la Selección después de las últimas horas de preocupación y angustia. Y se la dieron los chicos de De la Fuente. Ya merecieron más en Eslovenia a sus órdenes y, de algún modo, encontraron premio con la goleada ante los lituanos.
Era amistoso, el nivel del rival dejaba mucho que desear y todo lo que quieran discutir los más aguafiestas, pero, desde el inicio, España fue una apisonadora. Lo que debía ser la última prueba antes de la Eurocopa de Luis Enrique fue la última demostración de que el futuro también está garantizado en 'la Roja'.
Solo tardó unos segundos en asustar España, con un disparo desviado de Abel Ruiz, y tres minutos en romper el 0-0 de Butarque. Hugo Guillamón, uno de los diez que debutaban (todos los titulares menos Bryan Gil), recogió un rechace de una buena jugada de Manu García para poner el 1-0 con un latigazo en el área.
Lituania no salía de su área. España tocaba, tocaba y tocaba y encerraba a su rival. La ambición que siempre se espera en la juventud apareció en su máxima potencia en unos primeros minutos que barrieron cualquier duda que pudiera haber.
Brahim terminó de poner la victoria en la mano de la Selección a los 24 minutos. Gonzalo Villar firmó una mágica asistencia, con un pase 'a lo Laudrup', y le dio un balón al malagueño que acabó en el fondo de las mallas. Zapatazo duro y dirigido del jugador del Milan para poner tierra de por medio.
Pudo ser aún mayor el castigo para Lituania con un penalti que rascó Bryan Gil gracias a la pillería, la astucia y la fe. Pero Abel Ruiz tiró flojo y al lado al que decidió lanzarse Svedkauskas, que evitó el tercero a la media hora de partido.
No sería la única buena acción del portero, que tapó con el cuerpo un remate a bocajarro de Mingueza. Fue la última clara de un pirmer tiempo que dejó en un gran lugar a De la Fuente y sus 'rojitos'.
Miranda y Puado redondean la faena
El segundo tiempo dejó ratos de un gran fútbol de España con otros en el que se dejaron notar todas las circunstancias que rodeaban al partido. Bajó el ritmo en ciertas fases del juego, pero no antes de resolver por la vía rápida el choque con el tercer tanto.
Una falta provocada por Manu García y que acabó con el del Sporting fuera del partido la mandó a la red Miranda. Con la zurda, su lanzamiento rozó en la cabeza de un rival de la barrera y supuso el 3-0 cuando apenas se llevaban nueve minutos de la reanudación.
Seguía gustándose España en ataque, con alguna delicatesen de Brahim, pero empezaba a bajar el ritmo del choque. Cierto cansancio, la resolución del partido y el intento de Lituania de maquillar el resultado hicieron que la emoción se diluyese en esos minutos. Aunque aún quedaba la guinda.
Puado, que entró en la segunda mitad, hizo el 4-0 en el minuto 73 para cerrar el encuentro. Se fue con habilidad y una pizca de suerte de su marcador en el área y se plantó ante el portero, al que batió para sellar la goleada.
Ahora, y si todo sale bien, los mayores podrán ir a la Euro con las mejores vestimentas. Un traje lujoso al que ayudaron a sacar lustre unos 'niños' que llegaron a la concentración como unos retales que han hecho, y de qué manera, el apaño.