El jugador de la Real Sociedad Mikel Merino consideró "acertada" la decisión de solicitar que la final de la Copa del Rey se juegue con público, ya que "es un partido histórico para la afición".
"Jugar sin público no beneficia a nadie", comentó al respecto Merino quien auguró que será "una fiesta para todos los vascos".
Esta fue una de las cuestiones que abordó en una videoconferencia organizada por la Federación Navarra de Fútbol, en la que, al ser preguntado sobre qué técnico le gustaría que le entrenase respondió que tiene "mucha curiosidad por vivir desde dentro a Guardiola".
Es un técnico que, según el navarro, aparenta ser "muy analítico, estricto, y que lo lleva todo a rajatabla, muy estudiado". "Todos los que le han tenido como entrenador hablan muy bien de él, y a mí también me gustaría poder experimentar qué es eso", explicó.
Hace dos años, la Real Sociedad fichó por 12 millones de euros al jugador navarro, que llegó desde la Premier League para incorporarse a las filas del conjunto donostiarra.
"Ha sido una experiencia brutal, buenísima; todo ha ido de la mano. El hecho de volver a estar cerca de casa, de tener una continuidad, de sentirme importante, de poder pelear por la Champions... todo ello es como la sensación de subir en ascensor; el progreso llega de forma rápida", afirmó el jugador sobre cómo está yendo su etapa en el club vasco.
En relación al periodo de confinamiento de los futbolistas, Merino indicó que, por mucho trabajo que hayan hecho en sus casas, los jugadores deberán estar "mentalmente preparados de que no van a estar igual" cuando retomen los entrenamientos individualizados.
En cuanto a la vuelta progresiva a los entrenamientos, el jugador de 23 años espera ir "poco a poco", para evitar el riesgo de lesiones, con la ayuda de los preparadores físicos y los fisios.
El ex jugador del Newcastle destacó que de pequeño se fijaba en jugadores ofensivos como Webó, Villa o Torres, para centrarse después en futbolistas más de su corte, como Steven Gerrard, Bruno Soriano o Yayá Toure, y poder así modelar su juego y ser "el mejor jugador posible".
En la actualidad, Merino es compañero del también ex rojillo Nacho Monreal, al que describió como "muy humilde y campechano", y con el que mantiene "muy buena relación".
Sobre sus inicios en el fútbol, Merino recordaba que sus padres preferían que siguiera en el colegio a tener que marcharse tan joven de Osasuna, "porque era lo mejor para mí, y con los años coincido al 100% con su decisión, ya que esos primeros años son para divertirte, ser feliz y hacer amigos".
Su fichaje por Osasuna fue "un paso adelante", ya que, a nivel futbolístico, el colegio se le quedó "pequeño" antes de comenzar una etapa "compleja, pero a la vez importante, ya que forjé los valores que son imprescindibles tanto para el fútbol como para la vida".
"En estos primeros años, a los chavales hay que inculcarles la humildad, imprescindible para aprender", opinó el navarro sobre una virtud que sirve para "aprender de los comentarios negativos".
"En mi caso, ha sido clave la figura de mi padre", subrayó el mediocampista sobre Miguel Merino, además de destacar que el entorno familiar es "imprescindible y fundamental".
También puso de manifiesto la importancia de los entrenadores, personas que sirven de "anexo" de los padres para "instruir a jugadores de fútbol, pero también a personas".
"En esos años jóvenes, y todavía ahora, observo mucho a la gente veterana. Son los que más ideas, herramientas y experiencia poseen para actuar de una forma u otra. Es en esos años cuando comienza a formarse tu personalidad profesional con el fin de elegir o descartar", comentó el ex jugador del Borussia Dortmund.
El actual futbolista 'txuri-urdin' habló de su experiencia en el equipo alemán, conjunto al que llegó "con mucha ilusión" después de abandonar Osasuna para llevarse "un palo gordo al ver que no jugaba". Reconoció que vivió una experiencia "muy mala" para acabar sacando el lado positivo y crecer "muchísimo a nivel personal".
De su etapa en el Newcastle, recordó que le tocó vivir solo en una ciudad en la que "a las 4 de la tarde se hacía de noche, y no se veía un alma por la calle", algo que, para un chico joven lleno de planes y acostumbrado a tener cerca a los amigos y a la familia, resultó "muy duro".
Sobre una futura retirada, dijo que le gustaría "vivir de lo que me hace feliz", por lo que espera continuar "ligado al mundo del fútbol y del deporte".