Aunque algunos se empeñan en 'desargentinizarlo' en favor del cariño al Barcelona, lo cierto es que el capitán ejerce como tal y muestra siempre su compromiso, más allá de estar acertado o no en el juego.
Volvió a quedar claro. No solo en sus carreras para presionar y robar, aun cuando ya no había margen de tiempo para siquiera igualar el 0-2. También asumiendo las explicaciones de lo ocurrido ante la prensa. Estuvo hablando más que el seleccionador, lo cual deja claro su influjo.
Messi se mostró contrariado, piensa que Colombia no fue tan superior como dijo el resultado, y que apenas un detalle decidió la suerte del duelo.
Todas sus contestaciones llegaron desde un prisma sereno, propio de alguien que quiere aportar cordura en un país donde las derrotas siempre se magnifican, más aún cuando hay margen de error para enmendar la derrota.
Y es justo esa tranquilidad de Messi uno de los grandes argumentos que tiene el grupo de Scaloni para seguir alimentando el ahora deprimido sueño de levantar otra Copa América.