Los agoreros vaticinan el crepúsculo de Messi. El astro argentino se empeña en contradecirles. Si bien es cierto que marca menos, asiste más, y su producción ofensiva se mantiene en la línea de otras campañas. Entre los que hace y los que da, Messi promedia 1,20 goles cada 90 minutos. Dicho de otra manera: Leo garantiza más de un gol cada 90 minutos.
En la 18-19, promediaba 1,45 tantos cada 90 minutos de juego; 1,23 en la 17-18, 1,25 en la 16-17, 1,30 en la 15-16 y 1,42 en la 14-15 completan la secuencia reciente. En la 13-14, campaña regada de problemas físicos y extradeportivos, la estrella 'culé' marcaba 1,13 goles. Estas cifras recogen la participación de Messi en todas las competiciones.
De forma pormenorizada, Messi ha ofrecido más que nunca su versión asistente en el curso que todavía está vigente. Cerca del récord de pases de gol de Xavi (21 en la 08-09), Leo ha estado más cerca de la creación, tarea que nunca ha dejado de ejercer, que de la ejecución. Parecía difícil, pero Messi es más vital para el Barcelona que antes.
July 15, 2020
La buena salud del Barcelona se ha sostenido en buena medida sobre los momentos positivos de Messi. Ahora que el conjunto azulgrana ofrece cierto decaimiento, el astro de Rosario continúa siendo su gran argumento ofensivo y de juego. Messi baja ligeramente su producción ofensiva, pero el porcentaje de los goles que nutre al Barcelona se incrementa porque el Barça, como colectivo, baja aún más. Otro síntoma de la 'soledad' de Messi.
Cuando el zurdo está en el campo, supone el 63% de los tantos que hace el Barcelona. Nunca esta dependencia de su emblema había pasado del 60%. Conforme el Barça ha envejecido y ha perdido a referencias del calado de Neymar, la cuota anotadora de Messi ha ido creciendo. Incluso en la temporada que hizo 73 goles (más 28 asistencias...), su participación no fue tan alta, con algo más del 58%.
Por cierto: resulta increíble detectar descenso numérico en Messi cuando se trata del actual máximo goleador y máximo asistente del actual campeonato de Liga. Otra prueba de las salvajadas a las que ha acostumbrado el delantero argentino, que cumplió en junio 33 años.