El PSG no se anduvo con chiquitas ante el RB Leipzig y salió al terreno de juego como un auténtico cohete. Tal fue así que, en los nueve primeros minutos de juego, el conjunto francés se puso 1-0 por delante.
El esférico estaba en posesión del equipo alemán, que se encontraba en el área rival. Sin embargo, Messi estuvo más listo que nadie y le quitó la cartera al delantero rival.
Rápidamente, el PSG armó un contragolpe bestial y pilló a toda la zaga descolocada. La pelota quedó en los pies de Draxler, que controló y, sin pensárselo, metió un buen pase en profundidad para Mbappé.
El '7' fue imparable al espacio y le ganó la partida a su par. Una vez en el interior del área, el galo engañó con el cuerpo al guardameta Gulácsi y mandó el balón al fondo de las mallas por el palo derecho de la portería.
Sin embargo, poco duró la alegría para el PSG, ya que antes de la media hora, el RB Leipzig igualó la contienda. André Silva disparó a quemarropa y, tras golpear en el pelo, este recogió su propio rechace y puso el 1-1 en el luminoso.