Lo llevan haciendo toda la vida. Y también lo han hecho en Stamford Bridge para frenar un Chelsea venido arriba. Todo gracias a un gran robo de un Andrés Iniesta que se coló por un costado del área y se la sirvió en bandeja de plata a un Messi que entraba sin marca al corazón del área.
El argentino pilló a contrapié a un Thibaut Courtois, que ya se había cedido al otro lado. Messi marcó al fin ante una de sus bestias negras, al que no había conseguido marcar en los ocho encuentros que había jugado contra los londinenses.
Un tanto que podría ser clave en la eliminatoria que nace de las botas de Iniesta. El manchego vive una segunda juventud y tuvo la fe de ir a por un balón que consiguó robar a la defensa del Chelsea. Y Messi, su socio de toda la vida, se lo agradeció tras el tanto que hizo silenciar un Stamford Bridge que soñaba ya con tumbar al Barca.
20 de febrero de 2018