El fútbol es un deporte de equipo, aunque a veces un jugador puede marcar la diferencia para ganar un partido, o para que no te ganen. Este último caso se ha vivido en el primer encuentro de la Copa Oro, en el que se enfrentaron México y Trinidad y Tobago.
El guardameta caribeño Marvin Phillip fue el héroe de la noche. El 'Tri' lo intentó de todos los modos posibles, pero la mala fortuna y la gran actuación del portero dejaron a la vigente campeona con un empate que sabe a poco.
La tónica del partido fue prácticamente la misma durante los más de 90 minutos que duró el encuentro, puesto que en ambas partes se añadieron siete minutos tras cumplir el tiempo reglamentario.
El conjunto azteca fue dueño y señor del esférico ante el combinado trinitense, cuya labor fue la de resistir las embestidas desde el comienzo. Transcurridos los primeros diez minutos, Philip ya había realizado apariciones meritorias. La mejor de ellas fue rechazando un buen cabezazo de Funes Mori.
Instantes más tarde se vivió un momento muy tenso. Hirving Lozano se adentró en el área y un leve empujón le llevó a chocar con la rodilla del portero visitante. El extremo del Nápoles quedó inconsciente y se lo llevaron en camilla.
Tras dicho parón, los mexicanos volvieron a la carga. Héctor Herrera, que probó desde lejos, y Funes Mori fueron los que más cerca estuvieron de enviar el balón al fondo de las mallas antes del descanso.
El árbitro señaló el fin del primer acto y los futbolistas de ambos combinados se fueron a los vestuarios. Los locales estaban frustrados por no encontrar portería y los trinitenses se sintieron orgullosos de hacer bien su trabajo.
La segunda mitad fue prácticamente un calco de la primera, aunque con más ocasiones. Tiros lejanos, centros e internadas al área desembocaban en lo mismo: parada de Philip o el balón yéndose a escasos metros de la portería.
La mejor la volvió a tener Funes Mori, que no tuvo su día. El jugador de Monterrey recibió un pase largo a las espaldas de los defensas y enganchó el balón, pero se topó de nuevo con el muro caribeño.
El final, desgraciadamente, estuvo marcado por un hecho lamentable por parte de un sector de la grada. El colegiado paró el encuentro por insultos racistas a jugadores de Trinidad y Tobago. Episodio que se volvió a repetir minutos más tarde tras reanudarse.
La última que tuvo el combinado mexicano fue gol, pero anulado. Tal y como mostraron las cámaras, Jesús Gallardo se encontraba en fuera de juego antes de realizar un centro por la banda izquierda que fue rematado con éxito.
Reparto de puntos en el AT&T Stadium que dejan con un sabor amargo al conjunto del Tata Martino. En cambio, los trinitenses lo celebraron como si de un triunfo se tratase.