Laurie Cunningham es uno de los ingleses más recordados en la historia del Real Madrid. Él precisamente abrió el camino británico a un club que ahora idolatra a otro jugador de las islas, Jude Bellingham.
La historia de Cunningham, que también jugó en el Rayo Vallecano, es trágica. Siempre tuvo que derribar las murallas raciales de la época y falleció con solo 33 años en un accidente de tráfico en La Coruña.
Su hijo, Sergio Cunningham, ha querido hablar sobre las penurias que pasó su padre en la víspera de un partido que seguro hubiese sido especial para el inglés.
"Es un orgullo que se sigan acordando tanto de él. Gente joven me reconoce muchas veces por el apellido", dijo Sergio Cunningham a 'AS' sobre su fallecido padre.
"Mi padre siempre dijo que perdió 2 años de carrera en el Madrid. Bizcocho, defensa del Betis, le destrozó de un pisotón el dedo gordo del pie. Cuando despertó de la anestesia, descubrió que también le habían operado el menisco de la pierna contraria", aseguró el hijo de Cunningham.
La vida del futbolista inglés siempre estuvo marcada por la tragedia: "Mi tío, el hermano de mi padre, tenía un negocio con un socio. En una ocasión que mi tío vino a España, su socio, que estaba enamorado de mi tía, entró en su casa y la asesinó. Mis 2 primas, de 5 y 8 años, se despertaron y también las mató en la bañera. Quedó como un crimen sin resolver hasta que un periodista, en 2017, logró que se reabriera el caso y con el ADN condenaron a ese individuo a 3 cadenas perpetuas".
"En Londres, en los 70, aún había carteles en algunos locales que ponían 'Prohibido irlandeses, prohibidos negros y prohibidos perros'. Mi padre recibió por correo una bala, como amenaza, por ser el primer futbolista negro en jugar con Inglaterra", añadió Sergio.