Esta vez la culpa ha sido de un abogado. Su demanda al consistorio por no poner los terrenos en los que quiere construir el futbolista a concurso público, el nuevo problema la que se enfrenta el británico.
Y ya van muchos. Ni más ni menos que cinco años para poder montar la franquicia de fútbol que el ex jugador quiere inaugurar en Miami, lugar donde no ha sido muy bien recibida la idea.
La culpa la tiene el Melreese Country, un campo de golf que no ha dado beneficios, pese a la inversión del Ayuntamiento de 1.000 millones de dólares, lo que ha producido el enfado de los ciudadanos de la localidad.
Beckham quiere construir un estadio para 25.000 espectadores para poder comenzar su proyecto en la MLS, pero hasta ahora sólo ha recibido peros y problemas