Las portadas deportivas de todo el mundo hablan de lo mismo, las opiniones están completamente divididas y no hay otro tema que no sea el penalti de Benatia sobre Lucas Vázquez. En el aire, la misma pregunta: ¿es o no es una acción para señalar la pena máxima?
Para Michael Oliver, árbitro que se encargó de dirigir el Real Madrid-Juventus, lo fue sin ninguna duda, pero su decisión hizo desatar a unos y aliviar a otros. Buffon acabó completamente desquiciado viendo la tarjeta roja y Cristiano, poco después, puso al Madrid en las 'semis' cuando el marcador ya reflejar el minuto 98.
La Juventus rozó la épica igualando una eliminatoria que se esfumó con un disparo desde los once metros y una polémica acción que ya aparece dentro de un catálogo que tiene varias páginas...
Benatia ni toca el balón, sale rebotado hacia Buffon del pecho de Lucas Vázquez. Nivelazo.pic.twitter.com/OXAs6cziJt
— Pele (@Pele_RM) 11 de abril de 2018
Deniz Aytekin en el Barça-PSG
Un 14 de febrero de 2017, el PSG le endosó cuatro goles al Barcelona en el Parque de los Príncipes. Todo parecía estar encaminado, pero el equipo de Luis Enrique hizo historia remontando en la vuelta. Aytekin tuvo parte de culpa.
El Barcelona logró un 6-1 con varias jugadas cargadas de polémica. La primera fue con una posible mano de Mascherano tras un centro de Draxler que debió ser penalti, el que sí pitó cuando Neymar cayó en el área por un cabezazo de Meunier.
Todo ello fue un prólogo para la decisión final. Aytekin volvió a pitar penalti por una exageración de Luis Suárez delante de Marquinhos, que incluso elevó los brazos para decir que no había tocado al delantero uruguayo. El final ya se conoce.
Los que se quejan hoy del penalti claro a Lucas Vázquez son los mismos que celebraban esto hace un año pic.twitter.com/qSqthZhRhe
— Jose Alfonso (@jalfonsoplaza_1) 11 de abril de 2018
Ovrebo en el Chelsea-Barcelona
Otra actuación que siempre será recordada. Chelsea y Barcelona se enfrentaron en la semifinal de Champions en 2009 y a Stamford Bridge llegaron con el resultado gafas de la ida. Essien abrió el marcador y Andrés Iniesta se encargó de ponerla en la escuadra para hacer el empate y agarrar el billete a la final, pero Ovrebo ya había estampado antes el sello.
El colegiado no pitó un penalti de Alves sobre Malouda, Drogba protestó por un agarrón y una patada de Abidal por detrás en un mano a mano, Pique hizo una mano dentro del área, y un disparo de Ballack golpeó en el brazo de Eto'o... Al final, pasó el Barça.
Frank de Bleeckere en el Barça-Inter
El 3-1 de la ida en las semifinales de la Champions en 2010 dejó al Barça tocado, aunque en la vuelta Piqué dio esperanzas. Milito metió un gol en posible fuera de juego y tampoco se pitó un penalti sobre Dani Alves.
En la vuelta, el Barcelona se quejó de dos penaltis no pitados a su favor y un gol anulado a Bojan. El global se quedó en un 2-3 favorable al Inter de Milán.
Mark Clattenburg en el Madrid-Atlético
El Atlético de Madrid tenía la segunda oportunidad para conseguir su ansiada Copa de Europa, y otra vez contra el Real Madrid. El equipo blanco se adelantó en el marcador por un gol de Sergio Ramos que fue ilegal, ya que estaba en fuera de juego cuando Bale prolongó el balón. Nadie lo vio.
Carrasco empató, pero en los penaltis falló Juanfran y Cristiano Ronaldo volvió a alejar al Atlético de su soñada Champions League.
Viktor Kassai en el Madrid-Bayern
Cristiano Ronaldo fue el verdugo del Bayern de Múnich. Un doblete suyo en la ida hizo que el equipo blanco diera un paso hacia las semifinales en 2017. La vuelta en el Santiago Bernabéu también dejó polémicas y al Madrid en la siguiente fase.
Casemiro tuvo que ser expulsado por hacerle un penalti a Robben y darle una patada sin balón más tarde, pero no fue así. Lewandowski también pudo estar en fuera de juego cuando Muller le cedió el balón con el pecho y Vidal fue expulsado por una acción con Asensio en la que tocó balón.
La prensa alemana se quejó de un doble fuera de juego de Cristiano Ronaldo en el 2-2 y el 3-2, aunque ninguna fue visto por el cuerpo arbitral. El luminoso reflejó un 4-2 que también figura en esos libros con jugadas que nunca se resolverán.
Algún capítulo más tiene como protagonista al Borussia Dortmund, que eliminó al Málaga de la Champions con dos goles en el tiempo de añadido. El gol de Santana tampoco fue válido porque remató en posición adelantada y a su vez había cuatro jugadores en fuera de juego.