El técnico del Girona, Míchel Sánchez, afirmó, después del 2-2 contra el Rayo Vallecano, que fue un "partido de alternativas" y en el que su equipo hizo "lo mejor y lo peor y mereció el empate y algo más, pero esto va de goles".
Míchel destacó que el conjunto catalán hizo "un encuentro espectacular en cuanto al ritmo de juego", porque robó "mucho en campo rival" y no dejó "golpear con facilidad ni correr" al contrario. Pero lamentó que el equipo cometió "errores importantes" y eso le impidió defender algunas transiciones de los madrileños, "porque tuvieron mucha velocidad".
Además, admitió que el conjunto catalán tuvo que aprovechar su caudal de juego ofensivo para "generar más ocasiones claras de gol", porque si el Girona hubiera estado "un poco más acertado" hubiera "remontado el envite".
En cualquier caso, el técnico de los rojiblancos alabó la "personalidad" de sus futbolistas "para sacar el balón bien jugado y tener ventaja" y argumentó que "proponiendo y queriendo el balón" el Girona puede "someter a cualquier rival".
En este sentido, Míchel se mostró satisfecho "del rendimiento del jugador y del equipo" y, a las puertas del mercado de invierno, dijo que está "contento" con la plantilla que tiene. Añadió que no esperará "muchas sorpresas, aunque puede haber alguna situación tanto de salida como de entrada", y reiteró que tiene "una plantilla preciosa para competir, muy joven, pero con mucha calidad y mucho talento".
Además, también pasó por zona mixta Iván Martín. Este confesó que "fue un duelo de ida y vuelta y de muchas áreas". Además, añadió que hubiera sido "un partido redondo se hubieran remontado el partido en dos ocasiones, y si se hubiera dado la victoria habría sido increíble". También comentó que la pretemporada fue muy bien y que el grupo compitió.