Míguel Ángel Sánchez, 'Míchel', entrenador del Girona, aseguró este sábado, después de perder 1-0 ante el Getafe, que si su equipo no consigue clasificarse para la próxima edición de la Liga de Campeones sería "un golpe muy duro" para él.
La derrota en el Coliseum podría dejar sin segunda plaza al Girona. En el caso de que el Barcelona gane su partido, el equipo azulgrana se colocaría tercero. Aún así, para Míchel todavía hay una renta suficiente para seguir peleando por uno de los cuatro primeros puestos.
"Internamente, nos preocupa cada partido que perdemos. Lo miramos, somos muy exigentes con nosotros y nuestro objetivo es la Champions. Mi intención es meter presión en el vestuario porque tenemos que estar al 100% para pelear con el Barcelona, Atlético y Athletic. De cara al exterior no podemos controlar nada", señaló.
"Tenemos una ocasión histórica para hacerlo. Si no conseguimos Champions para mí sería un golpe muy duro. Creo que tenemos una plantilla buena que se ha hecho merecedor de estar en esa pelea. Pelear por LaLiga es una presión que no quiero. Pero ir a la Champions es una presión que quiero", dijo.
Para Míchel, el Girona no mereció perder en el Coliseum y declaró que generó más ocasiones que el Getafe, al que definió como un equipo "difícil". "No te dejan continuidad. La hemos tenido por momentos. Nos ha faltado continuidad con balón. Hemos generado tres ocasiones claras y no las hemos metido. Ellos han tenido tres y han metido uno. Hay que ir partido a partido. Seguiremos trabajando para mejorar y tener más acierto de cara al gol, que es lo que ha faltado", comentó.
También habló sobre la mala racha de su delantero Artem Dovbyk, que desaprovechó varias ocasiones claras ante el Getafe para conseguir un tanto que habría servido al Girona para empatar.
"Dovbyk no tiene ningún problema. El equipo es el que falla y mete las ocasiones Viajamos mucho en este sentido. No quiero particularizar. Algunos por debajo de su nivel y otros por encima. El global es que hemos hecho un buen partido. Les hemos hecho jugar más en su campo que otros rivales. Hemos tirado trece veces, tres o cuatro a puerta. Podríamos haber hecho un gol y estar hablando de otra cosa", manifestó.
También habló sobre Miguel Gutiérrez, que durante el calentamiento sufrió unas molestias y tuvo que ser sustituido por Pablo Torre: "En el partido anterior jugó infiltrado en la misma situación. Cuando le han infiltrado esta vez no tenía la misma sensación. Tiene una golpe entre el gemelo y la parte del tobillo donde tiene una inflamación y cuanto planta el pie no se siente a gusto. Influye, cuando has preparado una partido durante la semana... Miguel iba a jugar por dentro y hemos tenido que meter en el centro del campo a Pablo. No noto que la baja de uno u otro haya condicionado el partido".
Preguntado por si el Girona ha perdido fortaleza lejos de Montilivi, indicó que le preocupan todos los partidos a nivel general sin centrarse en si éstos los juega en casa o a domicilio.
"Hay que mirar partido lo que haces bien o mal, a nivel colectivo o individual. No sé si me preocupa la derrota de Mallorca. Me preocupa la de Getafe. Ni cuando ganábamos todos los partidos fuera de casa éramos el 'dream team' ni ahora somos un equipo que falla fuera. Hemos jugado bien. Veremos cómo nos ha complicado el Getafe para cuando llegue un equipo igual solucionarlo. Hay que fijarse en el próximo partido, el Betis, que es complicado", destacó.
"No veo irregularidad. Veo partido a partido. Todos los partidos nos van a costar. El otro día contra Osasuna nos costó también He visto que podíamos conseguir un resultado positivo. En cualquier momento lo he visto. Siempre he tenido la sensación de que podíamos empatar. No miro si ha sido fuera o en casa. Miro que necesitamos para mejorar. No somos un equipo que juega mejor en casa o fuera. Somos un equipo que intenta mejorar ante cada equipo. Hemos venido con la intención de ganar y hemos merecido el empate", concluyó.