"Estuvo tan cerca que, por un momento, pareció hasta real", debieron de pensar algunos de los aficionados que acudieron ilusionados a El Campín, con la intención de lograr la machada y clasificarse para la final, donde esperaba Deportivo Cali.
Para ello, Millonarios debía vencer al América de Cali, esperar una derrota de Deportes Tolima ante Alianza Petrolera, y superar por diferencia de goles a los 'Pijaos'. Esta empresa, a priori casi imposible, comenzó a coger forma.
Y no por lo que estaba ocurriendo en Bogotá, precisamente. El 'Embajador' tuvo una buena oportunidad para adelantarse tras un penalti algo extraño que el colegiado señaló tras revisar en el VAR. Sin embargo, Novoa lo atajó, dinamitando las ilusiones locales.
La buena noticia llegaba desde Ibagué, donde los 'Petroleros' se habían puesto 0-2 gracias al doblete de Bryan Gil. Esto era celebrado por la hinchada de Millonarios, que veía cómo su equipo podía clasificarse para la final si anotaba dos dianas.
Bueno, como ya hemos comentado, no fue así. A los de Alberto Gamero se les complicó todo de tres cuartos de campo en adelante, pues no conseguían ser efectivos. Todas estas esperanzas terminaron por dinamitarse en un solo minuto, el 77.
En este momento, Adrián Ramos transformaba el 0-1 para el 'Rojo' de penalti y Ramírez ponía el 1-2 de cabeza para Deportes Tolima. Batacazo y sueño roto. Más aún cuando el propio Bryan Ramírez empató a Alianza Petrolera. Ya no daban los números.
No obstante, los 'Embajadores' tiraron de pundonor y lograron remontar el partido. David Silva empató de penalti en el 87' y Ricardo Márquez puso el 2-1 a bocajarro ya en el tiempo añadido. Esta victoria no sirvió para llegar a la final, pero sí fue vista como un buen paso para despedir malos recuerdos del pasado y afrontar un ilusionante futuro.