Junior ha conseguido despertar a tiempo. El 'Tiburón', que estaba escondido bajo el agua, emergió para poner el Grupo A del cuadrangular más apretado si cabe. Los de Juan Cruz Real firmaron este sábado su primera victoria ante un Millonarios que casi escapó vivo.
Y es que los 'embajadores', sin ningún mérito, estuvieron cerca de llevarse un punto en el minuto 90 (en su segundo tiro a puerta). Pero el destino quiso que el partido no terminase así y llegó el 2-1 dos minutos después por mediación de Carmelo Valencia.
Barranquilla estalló de júbilo tras llegar ese gol, ya que el equipo se lo mereció porque propuso más que su rival. Los de Alberto Gamero se limitaron a cederle el balón a su oponente y a verlas venir. Lo que no iba a contar el técnico era con los fallos defensivos de sus chicos. Murillo, el que más.
El zaguero empezó con muchas dudas y a los once minutos tomó el protagonismo ante las cámaras. No acertó a despejar una pelota fácil en su área y eso permitió a Sambueza hacerse con el esférico. El futbolista levantó la cabeza, metió un pase filtrado a Luis González y éste, con todo a su favor, cruzó ante Montero.
Millonarios estaba tocado y el segundo parecía que podía llegar en cualquier momento. En el 18', los 'embajadores' se libraron del 2-0 de Fuentes, que empujó el balón tras un mal despeje de Murillo. El árbitro invalidó el tanto porque el cuero salió por línea de fondo cuando Pacheco buscó el centro.
Ya en el 31', Junior vio cómo se le anulaba un segundo tanto. Falta botada desde la derecha, Didier Moreno cabeceó pero lo hizo en posición antirreglamentaria. El 'Tiburón' tenía a su presa a su merced, pero le faltó algo más de certero en sus zarpazos. Miguel Borja no estaba fino de cara a portería. El colombiano lo hacía todo bien, pero en más de una ocasión se encontró a Montero.
Cerca del descanso, el ariete se llevó la pelota en carrera, recortó ante Murillo y se topó con el guardameta. Disparó al muñeco. Ya en la segunda mitad, el 'cafetero' tuvo otra buena opción pero el portero volvió a negarle el tanto tras un rebalón inoportuno de Murillo.
Al defensor le vino grande el partido y más si cabe por lo que iba a pasar en el final. Pero antes, Millonarios, que se cargó de amarillas durante buena parte del segundo acto, dijo 'aquí estoy yo' y, tras una serie de cambios, empató el partido en la recta final.
En el 90', Jader Valencia aprovechó que Cortés le comió la tostada a Arias y batió con un disparo cruzado a Sebastián Viera. Junior no se lo podía creer y los futbolistas se echaron las manos a la cabeza. Finalmente, las caras de tristeza pasaron a ser de felicidad.
Dos minutos después, Murillo, el peor con diferencia del partido, se despistó en su intento por despejar un balón y Carmelo Valencia, viendo que el esférico quedó muerto, le pegó con la derecha y la pelota fue para dentro. Éxtasis en la grada y resignación en Millonarios (2-1).