No fue el mejor partido que habrán visto en Glasgow, pero los puntos saben igual de bien. O incluso más. Y es que el encuentro se resolvió en la recta final. Hasta el 68', el marcador no se había movido.
Pero Morelos se puso el traje de monstruo para rendir homenaje al estereotipo más recurrente de Escocia. Fue diferente al resto, sacó al partido de la aburrida normalidad y se convirtió en el centro de atención de todos y en el más buscado por los focos. Algo así como Nessie.
Sólo necesitó para ello cuatro minutos. En el 69', el colombiano batió a Marchesín con un zurdazo ajustado al lateral de la red. Rompió la igualdad y volvió a demostrar que en el área se desenvuelve como pez en el agua.
Ya en el 73', su aparición fue más simbólica, pero estuvo en el lugar y momento adecuados para darle la bola a Davis y que este, con rechace de Marcano, enloqueciese al Ibrox Stadium con su disparo desde la frontal.
No era para menos la reacción del estadio. La victoria ante un Oporto que ofreció grandes lagunas (no tiró entre los tres palos ni una sola vez) manda a los lusos al último lugar del grupo.
Así, el Rangers se coloca con los mismos puntos que el Young Boys, líder, en la segunda plaza, con un colchón de tres unidades sobre Feyenoord y Oporto, igualados con cuatro.