Por una cosa o por otra, Musa ha estado en el ojo del huracán en los últimos meses. Primero, por su supuesta implicación en un caso de violencia doméstica. Segundo, por ser uno de los principales descartes del Leicester, pese a los 20 millones que pagó el club por su fichaje en 2015.
A principios de noviembre, su nombre apareció en la agenda del Hull City y ya parecía todo hecho para que pusiese rumbo a Yorkshire como cedido. Sin embargo, la destitución de Leonid Slutsky trastocó sus planes.
Musa se replanteó su futuro con el cuadro del Championship y todo apunta a que se quedará en el Leicester, con el que tiene contrato hasta junio de 2020. De momento, el ariete juega para su filial, con el que disputó hasta el momento tres partidos.