'Musho' Betis para el Celtic
![El Betis remontó y venció. AFP](https://cdn.resfu.com/media/img_news/afp_en_38fd42a11c5e5ffe6d19dfc99628bcbc43649424.jpg?size=1000x&lossy=1)
'Musho' Betis para el Celtic. Demasiado. El estreno del conjunto de Manuel Pellegrini en la Europa League esta temporada llegó con espectáculo, con acción trepidante y con tres puntos que saben a gloria a las gradas del Benito Villamarín. Gasolina de un grupo imparable a pesar de su mal inicio, tuvo mucho que ver con el triunfo verdiblanco en su hogar.
La victoria es una victoria de equipo grande. El contrincante, sin ser de los más temibles del continente, comportaba un desafío considerable que los andaluces superaron sin perder los nervios, aunque con bastante tensión por un pobre comienzo y un pobre final. Después de un arranque a remolque, el plantel supo identificar sus errores, apoyarse en el aliento de la afición y darle la vuelta al partido para trocarlo de derrota decepcionante a 4-3 alocado.
El trabajo nació desde atrás, donde surgieron la mayoría de las oportunidades para los escoceses. En cuanto Pellegrini logró que los suyos frenaran la sangría en defensa que alimentó a los visitantes en la media hora inaugural, solo hubo que acudir al cronómetro para atestiguar cómo el cuadro local iba dando pasos adelante fruto de su insistencia.
Curiosamente, las postrimerías del encuentro sirvieron como evidencia de que los problemas más graves a los que se enfrentaba el Betis los generaba el propio Betis. Con el 4-2 en el luminoso y tres puntos virtuales en el bolsillo, el equipo se relajó, se abrió de nuevo atrás y ni con un disparo al palo espabiló para contener a un Celtic que aspiró al empate hasta el pitido final.
Afortunadamente para los verdiblancos, la distancia cosechada con mucho sudor antes hizo de colchón salvavictorias. Ajeti estrenó el luminoso a los 13 minutos al amparo de aquel contexto de partido en el que los andaluces no carburaban. Remató con el pecho un envío de Jota, esperó a que el árbitro comprobara en el monitor que no había mano y celebró eufórico.
Poco después, Claudio Bravo calculó mal una salida ante quien le había batido antes, cometió penalti y regaló a Juranovic la oportunidad de batirle desde los once metros. Los de Pellegrini estaban 'k.o.', el Villamarín se encargó de recargar sus energías y, en cuestión de ocho minutos, el marcador volvía a arrojar unas tablas.
Juan Miranda trocó la fe de las gradas en fútbol. Cazó dos rechaces seguidos en la caja escocesa y superó a Joe Hart, a quien antes había salvado la madera -sonrió justo después, de hecho, consciente de que el palo le bendijo-. Juanmi apareció un par de jugadas más tarde para hacer justicia a un balón de caramelo en profundidad de Joaquín a Borja Iglesias, quien le regaló el 2-2 con un 'pase de la muerte'.
Esta alocada forma de reescalar el partido en la primera mitad se repitió en la segunda, de general gobierno del Betis, también de forma exprés. En el 51', Borja Iglesias expuso la espuela de la bota para coronar la remontada con belleza y Juanmi, en el 53', firmó su doblete y el 4-2 a chut cruzado en el área.
Desde el primer tanto de Miranda hasta el segundo de Juanmi, el encuentro perteneció a los de Pellegrini en líneas generales menos por alguna intentona no de excesivo peligro para el Celtic. El conjunto de Postecoglou hubo de esperar a los compases finales para afrontar una reválida merecida por las tablas.
Merecida, porque, aunque los andaluces ganaran, sus rivales exprimeron cada palmo del terreno de juego que se les cedía. Como Miranda en el primer acto, con tiro al palo previo, Ralston hizo entretenidos los últimos minutos al batir de cabeza a Claudio Bravo merced a una mala marca de Álex Moreno, pero ni él ni ningún compañero pudo firmar el empate. El Betis es 'musho' Betis y también sabe ganar sufriendo.