Mientras se especulaba con el gallego como carrilero diestro, el técnico vasco saltó al Camp Nou con su comodín en la pizarra, aprovechando la versatilidad de un futbolista que ya fue el gran multiusos de Zidane en temporadas anteriores.
Nacho es un central que se adapta tanto al lateral izquierdo como al derecho con gran facilidad, manteniendo una competitividad que le distingue entre todas las alternativas que barajó Lopetegui para sustituir a Dani Carvajal.
A pesar de firmar a Odriozola por 30 millones de euros, el carrilero vasco no ha terminado de convencer a su técnico y, tras una serie de lesiones que lastraron su pretemporada, Julen no dudó en probar a Lucas Vázquez en su demarcación en el último duelo de Champions.
Sin embargo, el pundonor del gallego no pudo ocultar la inseguridad defensiva que conlleva la formación de un atacante como falso carrilero. Un riesgo demasiado alto para correr en el Camp Nou, donde se juega tres puntos y su cargo.
Lopetegui apostó por Nacho en el carril derecho, confiando en la estabilidad y la mesura de un defensor que presume de rigurosidad táctica sin adornos, otorgándole pragmatismo a una zaga repleta de versos sueltos.