El Real Madrid apuraba los minutos de un partido que se complicaba ante el Real Valladolid cuando apareció el actor menos esperado: Nacho Fernández. El central, que repitió la titularidad de Copa en Pucela, resultaba salvador para los blancos.
El defensa disputaba su cuarto partido de Liga en el lateral derecho y cuajó una actuación sólida que redondeó con un gol en el minuto 78' de encuentro. Tras la lesión de ligamentos que le tuvo dos meses parado, vuelve a entrar en dinámica.
Como sucedió en el tanto de Casemiro anulado en la primera parte, Toni Kroos puso una falta lateral precisa al corazón del área y ahí apareció Nacho para cabecear lejos de las manoplas de Masip.
Tras el gol, el defensa celebró con vehemencia su primer gol de la temporada y señaló a Zinedine Zidane, con el que se fundió en un abrazo sincero en la banda del Estadio José Zorrilla.