Neymar y el cambio de botas, ¿una campaña de marketing?

La primera opción, la inocente, es que o bien le hacen daño (hoy se le vio frotándose el empeine tras quitárselas), o bien que no se siente a gusto con los tacos que monta.
La segunda opción habla de que lo podría hacer por superstición. Ya sabemos que los futbolistas profesionales son maníaticos por naturaleza: entrar al campo siempre con el pie derecho, vestir siempre la misma ropa interior, algún amuleto, etc.
La tercera, la que comienza a pensar mal, dice que Neymar debe saltar al campo por contrato con un modelo concreto de botas, y en cuanto puede, se las cambia por unas que ya tiene hechas al pie (todos sabemos lo difícil que es jugar con unas botas nuevas).
Y, finalmente, está la opción rebuscada, que Neymar 'fuerza' el cambio de botas para ser el centro de atención, para que las cámaras lo capten, y se hable del antes y el después, y ambos pares de botas tengan sus segundos de fama.
No extrañaría a nadie que todo fuera una estrategia de marketing, conociendo los intereses monetarios del fútbol actual, aunque hasta que se confirme, vamos a pensar que hoy, ante el Sevilla, de verdad le hacían daño y por eso se las cambió.