Hay empates que sorprenden poco en el fútbol. Son como paces firmadas con antelación para preservar la salud propia antes que intentar mermar la del rival. Para ello, deben darse ciertos ingredientes, como que ambos contendientes se jueguen lo mismo y que les interese más sumar que arriesgarse a no hacerlo por perseguir un botín superior. Y sobre todo, en el caso que nos ocupa, que la victoria hacía muchas jornadas que no aparecía ni para el Espanyol ni para el Valencia.
Pese a que se daban algunos requisitos para ese empate cantado, es de justicia resaltar el mayor merecimiento del Valencia. La primera parte fue casi toda de color naranja, a excepción de la recta final. De hecho, los pitos no tardaron en aparecer en un RCDE Stadium que parece estar harto de la temporada.
Debutaba Luis Blanco en el banquillo 'perico', pero no pudo cambiar la dinámica en los primeros 45 minutos. Los de Bordalás fueron más ambiciosos y encadenaron hasta tres llegadas más o menos claras en la primera media hora de partido.
Marcos André mandó fuera un derechazo desde la frontal y, al minuto, Diego López le sacó una mano a un tiro cruzado que se quedó muy cerca de ser el 0-1. Poco después, Foulquier se fue de todos por la derecha y Maxi Gómez, en el área, se topó con Sergi Gómez cuando ya todos temían que la bola terminase en el fondo de la portería.
Bajó la marcha el Valencia, pero siguió con la pelota en su poder. El Espanyol apenas podía correr detrás de ella, aunque al menos respiraba porque esta estuviese lejos del área. Sin embargo, fue entonces cuando llegó el gol de los visitantes. Carlos Soler y Thierry se inventaron una gran pared en la derecha que remató Maxi Gómez de primeras en boca de gol.
Reacción obligada
Fue entonces cuando el equipo 'perico' reaccionó. Le espabiló el gol del Valencia, pero también la música de viento que comenzó a sonar en las gradas. De hecho, hasta dos veces superaron los de Luis Blanco a Cillessen, pero la primera, el tanto de Puado, no subió al marcador por un fuera de juego justo.
Sí tendría validez la diana de Raúl de Tomás en el 45'. Un gran pase filtrado de Rubén llegó a los pies del '11', que se plantó solo ante Cillessen para, de primeras, batir al meta del Valencia y poner el 1-1 en el marcador. Con ese resultado, se llegaría al descanso.
Tuvo un mayor ritmo la segunda parte. Cömert mandó a las nubes el que podría haber sido el 1-2 con un remate altísimo en la frontal del área pequeña. Respondió Puado en el 53' con un disparo raso que atrapó sin problemas Cillessen.
Comenzaron los entrenadores a dar minutos, permitir debuts y mover el banquillo. Se estrenaron en Primera desde el banquillo Villahermosa, en los locales, y Mario Domínguez, en los visitantes ya en la recta final. Entre cambios y minutos de poca chicha, se llegó a una recta final algo más animada.
Apretó el Valencia con tres ocasiones que, quizás, merecieron otro final. Vilhena sacó un remate de Maxi en boca de gol y Diego López, un mano a mano ante Thierry tras un error considerable de Darder en la salida de balón. Guedes también lo intentó con una falta que se fue, por poco, por encima del larguero. El Espanyol tendría una también para deshacer el empate, pero Cillessen, con una estirada, blocó el remate de cabeza de David López.
El empate alarga las sequías de victorias en ambos bandos. Seis encuentros ligueros consecutivos llevan los 'pericos' sin ganar, por ocho de los 'che'. Los locales se quedan decimoterceros con 41 puntos, mientras que los visitantes permanecen en la décima plaza con 45 unidades.