Muy felices se las daban en Anfield tras el gol de Coutinho en el minuto 24 de partido. Enfrente había un Crystal Palace que no se jugaba nada y al que parecía que no había que temer.
Craso error. No hay nada más peligroso que un 'ex' con la motivación adecuada, y los 'eagles' tenían uno: Christian Benteke.
El ariete belga salió del Liverpool a finales del verano de mala manera. Nunca fue del agrado de Klopp y se vio relegado al banquillo, cuando no a la grada, en más de una ocasión.
Anotó el primero al filo del descanso y metió el miedo en el cuerpo al Liverpool. Porque todos hemos oído hablar de la 'ley del ex'. Y, como la del entrenador nuevo, casi siempre se cumple.
Benteke la hizo cumplir en el minuto 74, con un gol que silenció de golpe Anfield. Con un gol con el que desafió a Anfield. Con un gol que hizo trizas los sueños de los 'reds' de ser terceros y jugar la Champions sin rondas previas.
Porque este 'pinchazo' aprieta la lucha por la tercera plaza a niveles incompatibles con la vida orgánica. En tres puntos están Liverpool y los dos clubes de Mánchester, pero estando estos dos con dos partidos menos.
La Premier League se ha puesto bonita, al menos en lo que se refiere a los puestos tercero a quinto. Aunque le pese al Liverpool.