Parece que no está, que deambula ausente en ocasiones por el césped. Pero siempre tiene un plan. El capitán del Barça, cuestionado sobre cómo se ha adaptado durante tantos años, fue claro en su análisis.
"Sigo pensando que no soy un goleador típico. Me gusta venir de atrás, estar en contacto con la pelota. También me gusta llegar y hacer goles, pero no vivo de eso. Si no estoy en contacto con la pelota, me salgo del partido", confirmó.
"Ahora pienso más el encuentro y espero los momentos buenos para hacer el desgaste. Fui creciendo en eso también. Saber en qué momento y dónde participar. No me gusta salir reemplazado, prefiero entrar desde el banquillo y jugar menos que salir porque muchos partidos se definen al final. Prefiero entrar a disputarlo que salir y perderme lo mejor", sorprendió el delantero 'culé'.
Aunque se marchó muy pronto al Barcelona, Leo Messi siempre se ha declarado simpatizante de Newell's. No pudo vivir esa sensación de vivir un 'Clásico Rosarino' frente a Rosario Central, pero el '10' reconoció saber qué deben sentir los futbolistas en una cita del estilo.
"Debe ser terrible", deslizó el delantero del Barcelona, que desveló que le hubiese encantado disputar una cita así, aunque también sabe los 'riesgos' que conlleva.
"Me hubiese gustado jugar en el fútbol argentino en general. Iba a la cancha con mi padre, ver eso era impresionante. El River-Boca o el Newell's-Central son más o menos como el Barça-Madrid, pero en Argentina la gente está más loca. En España si pierdes no pasa nada. En Argentina no ganar el 'clásico' significa no poder salir de tu casa. Una locura", recordaba el internacional con la 'Albiceleste'.
Y rememoró algunas de las anécdotas que ha tenido con aficionados con la Selección Argentina: "Nosotros lo vivimos en Sudamérica -con el combinado nacional-. No te dejan dormir, te tiran de todo en los hoteles. Por la Libertadores debe ser mucho peor todavía...".
Pese a ello, Messi destacó que ese carácter que lleva consigo el hincha puede jugar una mala pasada: "La locura del día a día el argentino lo lleva también al fútbol y termina siendo un desastre", añadió, antes de cerrar el eterno debate sobre sus colores.
"Dijeron que era de River por no festejar mucho el gol en el Mundial de Clubes y de Independiente por tener una foto con la camiseta, pero fui y sigo siendo de Newell's", sentenció el '10'.
Más allá de su relación romántica con el Barcelona en Europa, Leo volvió a expresar que tiene ese sentimiento especial para el club rosarino que tanto le dio cuando todavía era un niño.
26 de octubre de 2019