Grover Vargas, presidente del Wilstermann, dejó caer a los medios la posibilidad de que el partido frente a River Plate se disputase en el Patria de Sucre, que está a 2.790 metros de altitud.
El conjunto boliviano tuvo que hablar con la empresa que se estaba encargando de los arreglos del estadio Félix Capriles de Cochabamba para modificar la remodelación.
También sumó la presión de la hinchada del Wilstermann, que exigió que un partido de tanta importancia contra River Plate se disputase en casa y ante su afición.