Apenas se llevaban nueve minutos jugados del Brest-PSG cuando Mbappé ya estaba celebrando su primer gol. Mejor dicho, su primer golazo.
Verratti robó en la divisoria de los dos campos y el delantero francés recogió la bola. Con espacios, a Kylian no hay quien le pare. Y eso lo sabe él y lo sabían los rivales que tenía enfrente.
Echó a correr con una agilidad de zancada que complica el solo hecho de seguir la pelota con la mirada. La defensa, consciente de su peligro, reculó lo que pudo, pero Mbappé se fabricó el hueco.
Encaró al último zaguero, al mismo que dejó fuera de la jugada con un toque hacia fuera. Desde la frontal, cargó la zurda y soltó un latigazo que fue directo a las redes por la vía de la escuadra.
Tras la alegría del gol, llegó la preocupación en forma de molestias. Mbappé se hizo daño en una acción con el portero local y se aquejó de ciertos dolores en el tobillo izquierdo, aunque pudo continuar sin aparentes problemas. Habrá que estar atentos, ya que la vuelta de Champions ante el Barcelona es en solo cuatro días.