La suerte del campeón. Pueden llamarlo así o insistencia, que también. Lo que pasó en el Mineirao entre Atlético Mineiro y Palmeiras fue un ejemplo más de que en esto del fútbol no hay nada cerrado hasta el pitido final.
El comienzo del encuentro dejó al conjunto local como gran dominador de los primeros compases. Una tónica que se mantuvo prácticamente en la totalidad del choque, salvo unos últimos minutos fatídicos.
Palmeiras cada vez se parecía menos al equipo que apenas había salido campeón hace unos meses. Sin fluidez en el jugo ni ocasiones manifiestas de gol por parte del 'Verdao', Hulk acaparó todo el protagonismo de los primeros 45 minutos de juego.
El brasileño fue el hombre más destacado para su equipo, pero su mirilla seguía un tanto desviada. Las bandas fueron un auténtico dolor de cabeza para Abel Ferreira, que no sabía como cortar la proyección de unos inspirados Keno y Ademir Santos.
La recta final de la primera mitad fue un ligero aperitivo de lo que estaba por venir tras los 90 minutos. Superado el minuto 40, Piquerez adelantó a su equipo, pero el colegiado corrigió una posición adelantada de Dudu por la derecha y anuló el gol.
Prácticamente después, la suerte acabaría sonriéndole para el 'Galo'. En un balón al área de Mariano, Jair dentro y el trencilla decretó la pena máxima. Con mucha sangre fría y sin apenas inmutarse, Hulk abrió la lata con un disparo ajustado a la izquierda.
La segunda parte se suponía como el momento de gran recuperación de Palmeiras, pero todo lo contrario. Nada más volver de vestuarios, Atlético Mineiro puso distancia en el marcador con un tanto en propia puerta de Murilo.
Esto hizo que el 'Galo' diese un paso atrás y bajase un poco la intensidad. Momento que fue aprovechado por Palmeiras para recortar distancias mediante el propio Murilo, que recogió el rechace tras un misil de Scarpa que pegó en la cruceta.
Atlético Mineiro pudo aumentar su ventaja, pero fue el caprichoso destino el que se decantó por el 'Verdao'. Con el tiempo ya cumplido, los de Abel Ferreira hicieron el empate a la salida de un córner, sin intenciones de nada y por mera casualidad, Danilo tan solo tuvo que empujarla libre de marca al segundo palo para firmar el empate.
Una vida extra para el bicampeón, que se jugará el pase a las semifinales en su feudo. Por su parte, mal sabor de boca se le tuvo que quedar a Atlético Mineiro y a Cuca, que vieron como lo rozaron y casi sin querer lo dejaron escapar. Nunca maten al campeón antes de tiempo.