La autocrítica no es muy común en los jugadores. Sin embargo, Romelu Lukaku está hecho de una pasta distinta. El ahora delantero del Inter de Milán estaba en la plantilla del Chelsea que ganó la Champions en 2012. Sin embargo, públicamente renunció a ella.
"No toqué la Champions ni con un dedo. Porque no gané este trofeo yo mismo. Esta ha sido mi actitud desde que tenía once años; si no he aportado nada, no es mi trofeo. Solo si he contribuido a una copa o un título, podría presumir de él", comentó en declaraciones a 'HLN', en su país.
El atacante belga sí posó en las fotos oficiales, pero no quiso acercarse a la Copa. De hecho, no hemos sido capaces de encontrar una fotografía que le lleve la contraria.
Eso sí, feliz estaba y de ello no renegó. "Di Matteo pensó que todos debían viajar, incluidos los sancionados o los jóvenes que no formaban parte de la lista de la Liga de Campeones. Es una victoria que siempre había soñado y quería celebrarla con el equipo en ese momento.
De hecho, más que la Champions, Lukaku se acuerda de aquel año por una persona: "Estoy feliz por todo lo que me pasó en el club, pero hay un hombre que me quitó mucho, Villas-Boas. Nunca lo perdonaré por eso".