La magia de la DFB Pokal brindó la oportunidad a un equipo de Cuarta Alemana, el Saarbücken, de poder meterse en las semifinales del torneo y tumbar a uno de los clubes de la Bundesliga.
El duelo ya tomó buen color para ellos tras el 1-0, obra de Jänicke. El paso de los minutos jugaba a su favor, pero el Fortuna Düsseldorf se encontró con la oportunidad de empatar con un penalti en el 83'.
Ahí comenzó la leyenda de Batz, que se encargó de rechazar el lanzamiento de Hennings. Sin embargó, en los últimos instantes, Jorgensen consiguió empatar.
La hazaña de Batz tuvo su punto cúlmen en la tanda de penaltis: detuvo otros cuatro lanzamientos y dio el pase a su equipo gracias a ello. Una noche que no olvidará el fútbol germano.
3 de marzo de 2020