André-Pierre Gignac es una fuente inagotable de golazos. El ariete de Tigres volvió a deleitarnos con uno de esos remates imposibles que solo él sabe transformar en golazos.
Tras un saque de esquina, el francés tiró de talento para, con un golpe de cuello, mandar el balón a la escuadra en un cabezazo imposible. Y no le salió nada mal.
Ni el defensa situado en ese mismo palo ni el portero pudieron hacer nada para impedir el tanto y que Tigres pusiera tierra de por medio en el electrónico.
5 de marzo de 2018