Cuando un partido ya ha regalado 3 goles al aficionado en 11 minutos, algo va bien en ese estadio. El Nordsjaelland-Ludogorets fue excesivamente egoísta y se quedó con buena parte de las cosas destacadas de la jornada, en un primer tiempo en el que se vieron hasta 5 tantos.
En el minuto 2, los locales se adelantaron de penalti, mismo método que usó Verdon en el 9' para neutralizar la diana de Ingvartsen. Lejos de relajarse, el encuentro siguió a un ritmo tan alto que, solo 2 minutos más tarde, llegó el 2-1. El autor fue Ibrahim Osman, pero el mérito (demérito en este caso) fue del portero visitante. Padt se durmió a la hora de despejar y Osman le robó el balón y marcó.
Por si esto no fuese suficiente, y tras un respiro de 20 minutos, los daneses volvieron a agitar el choque con 2 goles en 1 minuto. En el 31', Tverskov amplió la ventaja antes de que Nygren, en el 32', aprovechase la pasividad de la zaga búlgara y, tras el intento de espuela de su compañero, hiciese a placer el 4-1.