Hace apenas un año, hacerle un gol a Oblak era misión imposible. Ahora ya no lo es tanto. El Atlético ha perdido notablemente poder atrás.
Pero, ante Osasuna este sábado, volvió a ser el de antes. El partido terminó con 1-0 a favor de los 'colchoneros', un resultado que acompañó durante múltiples ocasiones al equipo rojiblanco el curso anterior, cuando se llevaron LaLiga.
Mención especial merece Jan Oblak, que dejó por fin la puerta a cero. En los últimos seis partidos del Atlético, solo lo había conseguido una vez.
El esloveno volvió a ser el de siempre, el que aparece para salvar al Atlético. Lucas Torró probó con un latigazo desde fuera del área, lo que obligó a Oblak a volar para detener el disparo.
No fue esa la única intervención de Oblak. Antes de que acabara el partido, Roberto Torres volvió al ataque y Oblak tuvo que estirarse al máximo para sacar otra buena mano abajo. De no haber sido por él, los tres puntos habrían peligrado y mucho.