Everton y Stoke se enfrentaban esta tarde por ver quién adelantaba a quién, o si firmaban tablas para dejarlo todo igual y hundirse juntos. Pero en ningún momento tuvieron intención los contendientes de pasar 90 minutos entre amigos. El césped se convirtió en lona, las botas en guantes, y los goles en directos a la mandíbula. Cuales púgiles sin nada que perder, los dos rivales se partieron la cara durante hora y media, para deleite del respetable.
Abrió el marcador Shaqiri, empeñado en demostrar que sigue siendo el gran futbolista por el que se apostó hace unos años, y no una eterna promesa venida a menos. Lukaku, otro en una situación similar, igualó el marcador al poco.
Al filo del descanso, otra vez Shaqiri adelantaba a los visitantes. El partido no parecía posible que fuera más bonito, y llega le suizo y se saca de la chistera un golazo. Con un 1-2 marcharon a las duchas. Algo debía cambiar en el Everton para poder reponerse de ese mazazo.
¡Madre mia, que GOLAZO te mandaste Xherdan Shaqiri! Fantástica definición. pic.twitter.com/4PkejBRaeV
— NIXON (@NixTobar) diciembre 28, 2015
Y vaya si cambió. Lukaku primero, y Deulofeu después, voltearon el marcador. Goodison Park enloqueció. Del 1-2 al 3-2 en 25 minutos. Pero esto es fútbol, y en el fútbol puede pasar de todo.
Así fue. Joselu igualó el partido, y en el 90, Marko Arnautovic, en un estado de especial gracia, marcó de penalti el 3-4 definitivo. Un resultado para nada esperado y que nos hace amar aún más este deporte.