Oriol Romeu por fin sonríe. El ex del Barcelona, entre otros, vuelve a sentirse futbolista de élite. El calvario que vivió con Hugues en el timón del equipo ya se ha terminado.
Desde su llegada, el mediocampista ha sido un fijo en el centro del campo. Pero con el entrenador inglés todo se torció repentinamente. Perdió la titularidad y tuvo que pedir jugar con el filial para no perder ritmo.
Pese a ello, Oriol Romeu siguió insistiendo y entrenando como uno más. Hasta que Hasenhüttl se sentó en el banquillo. El nuevo técnico le ha vuelto a dar los galones que él tanto necesitaba.
Estuvo en el once inicial en los dos últimos encuentros. Perdieron en el campo del Cardiff, pero le ganaron al Arsenal por 3-2, poniendo fin a la racha de los de Emery de 22 encuentros invictos.