"Yo estoy feliz, contento como todo. Cuando entré al vestuario, le di un abrazo a Diego. No me gusta salir perdiendo y tampoco ganando, hay que hacer cambios y está más que claro", declaró el futbolista.
El suceso quedó en nada: "En Tucumán me dejó afuera y no me gustó, pero es fútbol. No es que salí puteando al técnico ni hice un gesto, saludé a él y mis compañeros. Además fue un cambio lógico".
Además, habló sobre la importancia de la victoria: "Tenía que aparecer el grupo. Fue un grupo de hombres que sacó esto adelante con personalidad y juego. Fue el mejor partido del año, corrimos, jugamos, metimos, lo necesitábamos. Y San Lorenzo está más vivo que nunca", aseguró.