El partido prometía intensidad y buen juego por parte de ambos equipos y, efectivamente, así fue. Apenas le había dado tiempo a los hinchas del Eibar a tomar asiento en Ipurua cuando Escalante sorprendía con un golazo en apenas 25 segundos.
Escalante se llevó el balón fuera del área, lo ajustó a la escuadra y no falló. El centro de Enrich fue perfecto, como también lo fue la definición de Escalante.
Por encima en el marcador, el Eibar mantenía la posesión. Mientras, el Osasuna confiaba en su potencial para acortar distancias.
La hora de la remontada
Poco a poco, el conjunto 'rojillo' encontró la estabilidad y logró meterse en el partido. Y de qué forma...
Sergio León, tras una falta, recibió el pase dentro del área y anotó el primero del Osasuna de cabeza. El partido estaba en tablas.
Pero no era suficiente. Sergio León quería más. Apenas tres minutos después, Riesgo trataba de despejar un disparo de Sergio León con el pie. No pudo, el futbolista logró hacerse de nuevo con el esférico y, a puerta vacía, no falló.
No estaba todo dicho. Eibar y Osasuna peleaban cada balón en una segunda parte presidida por un intenso aguacero.
Sergi Enrich logró devolver las tablas al marcador gracias a un centro providencial de Bebé en el minuto 45.
El futbolista le ganó en el salto a un defensa del Osasuna y el balón acabó en el fondo de la portería de Nauzet.
El aguacero vuelve loco el partido
Y cuando todo parecía que iba a tranquilizarse, llegó el agua. Un intenso aguacero sería el protagonista de la segunda parte en Ipurua.
Ambos tuvieron ocasiones, pero fue Roberto Torres el único que logró culminar con un gol en el minuto 58 que sirvió para dar los tres puntos al Osasuna.
Así, el Eibar se ahogó ante el ímpetu de un Osasuna que no bajó los brazos y logró llevarse una victoria del siempre complicado Ipurua.