El Cádiz vuelve a empatar, en esta ocasión contra el Zaragoza, que parece haber demostrado de una vez por todas que los amarillos son mortales. El resultado tupe más las cosas en la zona alta de la tabla y renueva las esperanzas de arrebatarle el liderato a los de Cervera.
El primer acto no tuvo mucho ritmo. Los de Víctor Fernández se centraron en atacar por la banda izquierda; Puado y Nieto trataron de hacer daño con varias internadas, pero sus intentonas quedaron en nada ante el buen hacer de la zaga amarilla.
Poco a poco, los locales fueron ganando terreno en búsqueda de su oportunidad. La encontraron en un zapatazo del Choco Lozano gracias a un balón en largo de Fali. Esto les sirvió para venirse arriba conforme se acercaba el descanso, pero sin suerte de cara al gol.
Esto se tornó en tragedia para los amarillos poco después de comenzar la segunda mitad: Soro controló una pelota lejana con el pecho y batió a Cifuentes por arriba. Fue un auténtico golazo que sirvió para inflar de moral a los suyos, que se echaron atrás.
Los andaluces se hicieron con el control de la pelota en búsqueda del empate. Por mucho que el Zaragoza se defendiera bien, de tanto llegar, el peligro iba siendo cada vez mayor. Malbasic tuvo la más clara en este tramo con un tiro a bocajarro que Álvarez, providencial, sacó.
Se centraron los visitantes en salir a la contra, pero no terminaban de hacer tanto daño. En una de las acometidas cadistas, Eguaras cometió un torpe penalti sobre Perea -llegó desde su espalda e hizo una entrada imprecisa y tardía-. Álex fue el que transformó la pena máxima, que significó el 1-1 definitivo.