El 'nunca dejes de creer', por muy mal que esté el Atlético de Madrid en cuanto a lo futbolístico, es la insignia de la entidad rojiblanca. Y volvió a relucir este sábado en un Wanda Metropolitanto que pasó en 90' de la decepción absoluta a la mayor de las euforias.
No comenzó bien el equipo del Cholo Simeone, que se marchó al descanso con un 0-2 en contra muy complejo de remontar. Más teniendo delante a un elenco dirigido por José Bordalás.
Cunha, que entró en la segunda mitad, puso la primera piedra en el camino y recortó distancias con un tanto de oportunista. Ya en el añadido, el ángel del equipo, ese que se apellida Correa, demostró que, incluso en los peores momentos del equipo, es capaz de encontrar un halo de luz.
El argentino, después de un centro maravilloso de Carrasco que despejó como pudo Doménech, cazó el cuero suelo dentro del área, lo mandó al fondo de las mallas y puso el empate en el marcador justo cuando comenzó el añadido.
La afición del Wanda avivó a su equipo, que solo tardó dos minutos más en ponerse por delante. Una jugada colectiva preciosa entre Correa y Cunha acabó con un centro chut del brasileño al segundo palo, donde apareció un Hermoso que remató a placer para poner el 3-2 y llevar a la locura a toda la marea rojiblanca.
January 22, 2022