"Patear a un fascista no es algo que se saboree todos los días"

El fútbol de antes en Inglaterra era mucho más pasional. Los partidos de alta tensión envolvían los estadios en un ambiente diferente, de otra época. Y eso, para futbolistas con cierto carácter, podía ser una bomba de relojería.
A Eric Cantona le pasó factura en un Crystal Palace-Manchester United de Premier League en la temporada 1994-95. Con el 1-0 en el marcador, el francés perdió la cabeza al inicio de la segunda mitad. Una jugada que no se olvida en Inglaterra y que ya cumple 26 años.
Tras una dura entrada a Richard Shaw, el galo vio la cartulina roja. Al salir del terreno de juego rumbo a los vestuarios, Cantona recibió insultos y cánticos por parte de una zona de la grada. Una provocación por parte de una parte del campo que terminó con la paciencia del atacante.
Cantona se fue hacia la grada y, con un salto, dio una patada a Matthew Simmons, uno de esos 'hooligans' que, según el ex futbolista, le dedicó insultos racistas. Ambos se enzarzaron.
Después de lo ocurrido, la prensa investigó a Simmons y tal y como resalta 'TyC Sports', se desveló que pertenecía a un grupo de extrema derecha y que se definía como racista.
Años después, el protagonista analizó ese momento en una entrevista a 'Football Focus': "Fue el mejor momento de mi carrera. Ese tipo de gente no tiene nada que hacer en un partido. Creo que es un sueño para algunos dar una patada a ese tipo de gente. Así que lo hice para ellos, para que estuvieran felices. He visto a muchos jugadores marcando goles y todos saben esa sensación. Pero esta, de patear a un fascista, no es algo que se saboree todos los días".
"Debería haberlo pateado más fuerte. No puedo arrepentirme. Me sentí genial, aprendí de ello y creo que él también", cerró en el pasado Cantona, desde entonces odiado por parte de los aficionados del Crystal Palace.