El primer tiempo de Francia fue bastante pobre a todos los niveles. El combinado galo tuvo posesiones demasiado largas y eso no se tradujo en ocasiones de peligro. Por su parte, Irlanda se defendió muy bien durante los primeros 45 minutos.
El buen hacer de los locales terminó por completo en el 50'. Y fue debido a una mala salida desde atrás, justo cuando los de Stephen Kenny estaban listos para iniciar un contragolpe tras una acción a balón parado de los galos.
Pavard se anticipó a una entrega de un futbolista irlandés en la frontal y no dudó ni un segundo en ejecutar el golpeo. El lateral se sacó un disparo con la pierna izquierda, rebotó el esférico en el larguero y entró dentro de la portería.
Los jugadores de la Selección Francesa lo celebraron de forma efusiva porque sabían que el partido no estaba siendo bueno. Un error y el chutazo de Pavard propiciaron que los de Deschamps se adelantasen en el marcador.