El penalti de Chavarría sobre Lamine que no se pudo revisar al no funcionar el VAR

La polémica está servida en Vallecas. Antes del comienzo del Rayo Vallecano-Barcelona, el árbitro del encuentro, Mateo Busquets Ferrer, informó a ambos equipos de que el VAR no funcionaba. Más concretamente, que no había comunicación con la sala VOR.
El partido se desarrolló a la vieja usanza y con el colegiado y los dos linieres como única arma para impartir justicia. Todo normal hasta que, en el minuto 37, Lamine Yamal cayó en el área tras un forcejeo con Pep Chavarría y el árbitro decretó la pena máxima.
Una acción que no pudo ser revisada, pues el encuentro se estaba disputando sin videoarbitraje por problemas técnicos. Nadie puedo alertar a Busquets Ferrer de que revisase la acción dudosa, pues no había comunicación con la sala VOR y prevaleció en todo momento su decisión.
Los jugadores del Rayo no se lo podían creer, pues consideraron que se trató de un simple contacto del fútbol. El defensor franjirrojo toca con su rodilla en el muslo del '10' azulgrana y este cae. Aun así, el debate pasó más por el hecho de no haber VAR que de la propia acción en sí.