Si algo caracteriza a Pep Guardiola es saber reconocer sus errores. El entrenador de Santpedor fue el encargado de elegir al lanzador del penalti en el Liverpool-Manchester City y su decisión demostró no ser la más acertada.
"Durante los entrenamientos, veo que Mahrez lanza los penaltis y eso me dio mucha confianza", reconoció tras el choque, aprovechando para animar a su pupilo: "Será una buena experiencia para él, la próxima vez entrará".
Sin embargo, hubo un futbolista que no estuvo del todo conforme con aquella sucesión de acontecimientos. Gabriel Jesus también pidió lanzar la pena máxima y Guardiola reconoció tras el encuentro que le pidió disculpas por no haberle dejado lanzar.
Unas excusas que, en todo caso, no hubieran tenido que llegar si Sergio Agüero, habitual lanzador, hubiera seguido en el terreno de juego.