Perea protagonizó la acción más fea de la jornada en Segunda División. El Cádiz tuvo un partido duro en el Nuevo Los Pajaritos y los nervios estaban a flor de piel. Él no pudo contenerlos y acabó agrediendo a un rival. El colegiado le sacó la roja.
Estaba Curro en el suelo tras un lance del encuentro con la pelota debajo. Perea se acercó para recogerla y no perder tiempo, pues estaban empatando y los gaditanos necesitaban de los tres puntos para volver a ser líderes. De ahí que la tensión del momento le venciera.
En lugar de agacharse a agarrar el esférico con calma, le pegó una patada en la cara a su contrincante. No le dio de lleno, pero le golpeó. Nada más suceder, Curro se retorció de dolor en el suelo mientras sus compañeros rodeaban al efectivo amarillo para increparle. Se formó un revuelo enorme.
Pero el colegiado no tuvo la más mínima duda y le expulsó. Fue una pésima noticia para el Cádiz, pues, con uno menos en el campo, lo más normal era que acabaran cediendo o firmando las tablas. Nada más lejos de la realidad, pues Cala salió al rescate.