El Atalanta le pegó un repaso a la Sampdoria (4-0) y se reenganchó a la pelea por la Champions gracias a los goles de Pasalic, Koopmeiners (doblete) y Miranchuk.
Precisamente, el ruso, que anotó el cuarto y último tanto del encuentro, se le vio bastante afectado nada más introducir el balón al fondo de la red de la portería visitante.
Después de realizar una gran acción individual -se fue de todo el que quiso en la frontal del área- el mediapunta esbozó una leve sonrisa y no lo festejó por respeto a lo que está pasando en Ucrania.
Sus compañeros fueron a abrazarlo porque saben por lo que está pasando Miranchuk. No hay que olvidar que en el Atalanta está el ucraniano Malinovsky, que pidió el fin a la guerra tras marcar al Olympiacos.