Sabía Noruega que tenía que ganar y mejorar su golaverage para conseguir uno de los cuatro puestos que daban acceso a los octavos de final como terceros de grupo. Con el -4 en su casillero, solo una victoria abultada le podía meter dentro.
Y desde el primer momento lo hizo. Haaland, que todavía no se había estrenado en el torneo, salió decicido a conseguir un puesto en los octavos de final. En el minuto siete ya había marcado su primer gol.
Pero su exhibición vino más tarde, cuando en 23 minutos (20, 35 y 43), fue capaz de marcar otros tres tantos para redondear su póker de goles. Al descanso, Noruega ya ganaba 5-0 con los cuatro tantos de Harland y uno de Oestigaard.
No quedó ahí la actuación de Haaland, que sació su hambre de gol con otros tres tantos en la segunda mitad. Tras el gol de Hauge en el 46', el jugador del RB Salzburg hizo historia con goles en el 50', 67', 77', superando todo registro visto anteriormente.
Honduras sufrió la ira de Haaland, que solo quería marcar y marcar. Impresionante marca del jugador noruego, que no contento con haber superado a Adaílton marcó otros dos tantos en el 88' y en el 90' para conseguir nueve goles.
El mayor número de goles en un partido oficial se vivió en los clasificatorios de Oceanía para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Vanuato vapuleó a Micronesia con un contundente 46-0 en el que Kaltack marcó hasta 16 goles.
Otro de los precedentes históricos es el realizado por el australiano Archie Thompson, que marcó 12 dianas en la contundente victoria ante Samoa Americana por 31-0, en un partido clasificatorio para el Mundial 2002.
Esta exhibición recuerda a la que protagonizó Pedro Bazán, cuando en las filas del CD Málaga le marcó al Hércules nueve goles el 4 de enero de 1948, siendo siete de ellos en la segunda mitad.
30 de mayo de 2019