A Polonia se le ha complicado la clasificación a la Eurocopa de 2024 y su partido contra Moldavia en esta nueva tanda de encuentros internacionales no empezó de la mejor de las maneras para resolver el embrollo. Sin Robert Lewandowski, que sufrió un esguince de tobillo en el duelo de Champions League entre el Oporto y el Barcelona, el combinado nacional sufrió de lo lindo ante un rival de, a priori, menos calidad.
Después de vencer a Islas Feroe 3 días antes, el equipo tardó 25 minutos en encajar gol por su incapacidad para defender solventemente un saque de esquina. Rata dispuso un córner ante el que Nicolaescu llegó como una exhalación, libre de marca, para contactar con la pelota usando el pie derecho a la altura de las rodillas -si no hubiera estado en el aire-, con lo que puso por delante a los suyos en el marcador y en la tabla del grupo E, al menos momentáneamente.
Con un compromiso menos en el casillero de los moldavos, cada resultado polaco es más preocupante que el anterior porque el margen de reacción para ocupar alguna de las 2 primeras plazas de su miniclasificación se esfuma y el torneo del Viejo Continente en Alemania puede ser el último de 'Lewy'. Si la Federación no es capaz de potenciar sus recursos ante la posible edición de despedida de su leyenda en la delantera, podría sufrir mucho en la odisea por un nuevo referente ofensivo y otro boleto al campeonato.
La vía que Moldavia y Polonia ocupan hacia la Euro es de las más vibrantes del panorama internacional. Austria lidera su nómina con 13 puntos, tan solo 2 más que la República Checa, que contaba 2 más que los de Robert Lewandowski antes del arranque de esta jornada y 3 más que los moldavos sin contabilizar las hipotéticas 3 unidades ganadas en el PGE Narodowy de Varsovia, que, para colmo, estaba repleto de hinchas locales.