Del CSKA, casi siempre, se espera más, pero volvió a defraudar en Champions. Los rusos se vieron superados por un partido muy serio de su rival, que terminó de certificar el triunfo en el último minuto.
Al más puro 'estilo tapado', sin hacer demasiado ruido, el Basilea comenzó a sentirse cómodo sobre el césped y a la media hora de juego ya iba por delante en el marcador.
Xhaka hizo el 0-1 con un excelente golpeo desde fuera del área tras una meritoria galopada. Con la diestra, el centrocampista cruzó el balón a la perfección con la célebre precisión suiza para seguir agrandando la leyenda negra de Akinfeev en Champions (ha recibido gol en todos sus encuentros en el torneo).
El CSKA, en los minutos finales del primer tiempo y tras la reanudación, buscó el tanto del empate con más sensación de peligro que ocasiones. De hecho, no logró tirar ni una sola vez entre los tres palos.
A pesar de los cambios que realizó Goncharenko para dar la vuelta al marcador, fue el Basilea el que logró sentenciar sobre la bocina con el tanto de Oberlin.
Los suizos ya son segundos de grupo con seis puntos, superando en tres unidades a su rival de hoy, que se queda, de momento, en plaza de Europa League.