El PSG-Barça fue un auténtico partidazo. Después de que abriese Raphinha el marcador y los parisinos remontasen, el brasileño empató la contienda y Christensen puso por delante a los 'culés'. El equipo de Xavi Hernández se rehizo a los golpes sufridos con autoridad.
A los 75 minutos, Christensen saltó al campo por Frenkie de Jong para colocarse en el centro del campo. El danés no pudo tener mejor puesta en escena, ya que tardó 2' en anotar el tercero para el conjunto azulgrana.
Córner botado desde la derecha de Gündogan y el nórdico, marcado por Zaïre-Emery, se libró de su marca y ejecutó un testarazo en las narices de Donnarumma para obrar la remontada visitante. Muy flojito el portero, que quizá pudo haber salido para rechazar la pelota.
Jarro de agua fría en la parroquia parisina, ya que la pasividad defensiva de su equipo volvió a generarle una complicación en la Champions. Y cara de pocos amigos de Luis Enrique en el banquillo.