Ionut Stoica se quedó atónito cuando el árbitro del encuentro le roció con el spray. Tanto que el colegiado le tuvo que pedir disculpas al ver que no el futbolista ni siquiera reaccionaba.
Y es que Kovács señaló una falta de Stoica en mitad de campo que no gustó al futbolista del Hermannstadt. Sus insistentes protestas le costaron un chorro de espuma en la cara.
Una anécdota que no habíamos visto hasta ahora. Pocos árbitros se atreven a gastarle una broma al jugador, y menos de tal calibre.