Quien ha sufrido una torcedura de tobillo es consciente de lo que duele. Y también de que duele solo con verlo. Adrien Truffert, defensa del Rennes, protagonizó un lance de este tipo en la visita al Paris Saint-Germain por la jornada 28 de la Ligue 1. En unos primeros compases de bastante igualdad, el zaguero quería interceptar un intento de centro de Pembélé, que se había incorporado por la banda derecha.
El '3' extendió la pierna para bloquear el envío por parte de su rival, pero, en el momento en el que tenía el pie en el aire, recibió el impacto de la pelota, con lo que se le dobló. Mirando hacia el interior de su posición, aterrizó en el césped, con lo que se agravó la torcedura, que le llevó a ser atendido por los servicios médicos de su club antes de ser sustituido por Meling, que aprovechó el tiempo en que los galenos trabajaban para calentar.
De momento, se desconoce el alcance de la lesión, aunque nada es descartable. La buena noticia para el entrenador del afectado es que se retiró del campo por su propio pie -la mala es que se le pudo ver con muletas en el banquillo más tarde-, chocándole la mano a su recambio como es usual, así que da la sensación de que todo podría verse resuelto con un diagnóstico de esguince, no de rotura. Aun así, conviene esperar a que las radiografías dicten sentencia estos días.
Si se confirman los malos augurios, el Rennes tendrá problemas. Truffert está siendo un futbolista clave en su esquema esta temporada -y desde que llegó al primer equipo hace tan solo tres años-. Suma ya 37 apariciones en un curso que aún está lejos de su desenlace y, en el 21-22, alcanzó los 41, así que había opciones claras de que rompiera sus registros de participación. Ahora, todo está sujeto a la gravedad de su torcedura.